Perros y lobos: parecidos y diferencias

No es secreto que los perros y los lobos son familia. Desde hace 10 mil años los lobos comenzaron a ser domesticados por los humanos, generando así una subespecie, nueva en ese entonces, Canis Lupus Familiaris. Con este proceso también se dieron cambios en el animal, tanto a nivel físico como de comportamiento.

A continuación te diremos cuáles son dichas diferencias, sin dejar de lado las similitudes que siguen compartiendo, porque al final, como ya dijimos, siguen siendo familia.

¿En qué son diferentes?

• Ejemplares similares y distintos: Algo que se puede ver a simple vista es la similitud que tienen los lobos entre sí, tanto en tamaño y peso como en colores de pelaje. Mientras que los perros suelen encontrarse en distintos formatos. Asimismo, el pelaje de los lobos es corto, pues de esta manera la cacería se les facilita. 

• Sociabilidad: Al ser domésticos, los perros suelen ser más sociables que los lobos, quienes aún tienen desconfianza ante la presencia de humanos. Estos últimos, incluso son más territoriales que los primeros.

• Ladridos y aullidos: Los lobos son conocidos por aullar, pero también gruñen, contrario a los perros que además de realizar estos sonidos, ladran.

• Orejas: Las orejas de los lobos se encuentran siempre atentas, erguidas y cortas. Los perros, por otra parte, relajan sus orejas más seguido y hay ciertas razas que las tienen largas y caídas.

¿En qué se parecen?

• Sentidos desarrollados: Es innegable que su sentido del oído, olfato y, en menor medida, la vista están más desarrollados en ellos que en los humanos. Aunque claro que los lobos siguen conservando cierta agudeza, pues deben cazar y sobrevivir valiéndose de ellos.

• Comunicación: Se comunican a través del olfato. Ambos siguen emitiendo sustancias que son útiles para cuidar a los recién nacidos, defender su territorio o encontrar pareja.

Así que los perros, como familia de los lobos, siguen con ciertos hábitos y comportamientos de sus ancestros. Cuando no liberan energía a través del ejercicio, ambas subespecies tienden a “hacer desastres”, una de las cosas más comunes en el caso de los canes es rascar o morder su cama.

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